La situación de las arcas públicas ha dado un giro de 180 grados en esta legislatura. El Ayuntamiento se adhirió a un Plan de Ajuste que permitió afrontar el pago de facturas y reestructurar sus cuentas. La deuda financiera rozó los 9 millones en 2012 y en la actualidad se sitúa en 6,5 millones. La renegociación de créditos también ha supuesto un ahorro considerable que ha hecho posible aumentar las inversiones.