La política en materia de vivienda ha hecho que Calatayud sea una de las ciudades aragonesas con más viviendas dedicadas a este fin, con unas 60 casas. Este logro ha sido posible por el esfuerzo económico del Consistorio para su construcción y adquisiciones, pero también se han conseguido a través de acuerdos con empresas, entidades bancarias y el Gobierno de Aragón.