Hace quince años, la Alta Velocidad hizo su primera parada en Calatayud. El tren, que supondría un revulsivo económico para la ciudad, conectó Madrid y Calatayud en 55 minutos. Fue el primer viaje en pruebas, al que le siguió la inauguración oficial de los Reyes en octubre de 2003.
Aquel día Calatayud hizo historia. Aragón siempre ha sido un importante enclave de comunicaciones por su situación geoestratégica, pero la capital bilbilitana dio el primer paso para recuperar su papel clave dentro del mapa nacional y autonómico de las infraestructuras ferroviarias.
El AVE cambió la forma de viajar, e incluso de vivir, de los bilbilitanos. Llegar en cuestión de minutos o pocas horas a zonas que antes suponían una mayor logística de viaje ha ofrecido nuevas oportunidades para los ciudadanos. Por un lado, para los trayectos lúdicos, turísticos y vacacionales, y por otro, en el plano profesional ha permitido a los residentes en Calatayud desplazarse a diario a otras ciudades por cuestiones de trabajo.
Es difícil imaginar un sector industrial como el actual si, un 24 de febrero de hace 15 años, el AVE no hubiese hecho esa primera parada en Calatayud. La seguridad, la puntualidad y la fiabilidad del servicio son valores añadidos que aporta este medio de transporte, de los que nos hemos beneficiado directamente e integrado en nuestras rutinas de viaje en estos años. Sin tener en cuenta el apoyo a una economía baja en carbono y otras ventajas medioambientales que ofrece, el AVE es un medio de transporte de futuro.
Este tren impulsó la transformación del sistema de transporte en España, pero no todos supieron verlo. Aquellos que detectaron el potencial de la alta velocidad y consiguieron acercarla a sus ciudades, no sólo estaban ofreciendo un nuevo servicio a sus ciudadanos, sino que lograron mejorar y garantizar a largo plazo la competitividad de sus entornos, con implicaciones directas y palpables en todos los sectores de producción.
Hay una persona que permitió que Calatayud rompiera distancias con las principales ciudades españolas, el alcalde Fernando Martín. Regidor de la ciudad durante doce años (tres legislaturas seguidas), que el AVE parara en Calatayud fue, desde 1996, un reto personal. Y lo logró, cuando con el apoyo de Santiago Lanzuela, en el Gobierno de Aragón, el trazado se modificó para incluir a Calatayud.
Quince años después es preciso recordar la altura política y la visión estratégica que Fernando Martín demostró al implicarse en este proyecto. Hoy sería difícil entender el actual Calatayud sin su parada de AVE. Sería complicado alcanzar las cifras actuales de turistas que cada año visitan nuestra localidad o atraer a nuevas empresas que quieran invertir en nuestras zonas industriales. Muchas entidades profesionales eligen Calatayud para desarrollar importantes reuniones, convenciones y congresos, y lo mismo sucede con campeonatos deportivos a nivel nacional. Es innegable que buena parte de los eventos que la ciudad recibe cada año llegan gracias a sus excelentes comunicaciones.
Por eso, celebramos el 15 aniversario de la primera parada del AVE en Calatayud recordando el pasado, homenajeando a las figuras que motivaron este proyecto, pero también mirando hacia el futuro.
Tomamos el testigo de aquel reto político en el que creyó Fernando Martín en el año 96 y continuamos trabajando en todas las posibilidades que este medio de transporte sigue ofreciéndonos, confiando en ver pronto las nuevas modalidades de AVE de bajo coste ofreciendo el servicio en la estación de Calatayud.
José Manuel Aranda
Presidente del Partido Popular de Calatayud